La energía solar convierte la luz del sol en electricidad útil para tu casa. Los paneles generan corriente directa (DC), el inversor la transforma en corriente alterna (AC), y opcionalmente las baterías guardan excedentes para la noche o apagones. En minutos sabrás qué es, cómo funciona y qué necesitas para empezar.
El físico francés Alexandre Edmond Becquerel descubre que la luz puede generar una corriente eléctrica en ciertos materiales. Este hallazgo marca el inicio de la ciencia solar.
Charles Fritts construye la primera celda solar funcional usando selenio recubierto de oro, con una eficiencia menor al 1%.
Albert Einstein publica su trabajo explicando el efecto fotoeléctrico, lo que más tarde le otorgaría el Premio Nobel en 1921.
Bell Labs desarrolla la primera celda solar práctica de silicio con un 6% de eficiencia, marcando un antes y un después en la viabilidad de la electricidad solar.
La NASA lanza el satélite Vanguard I, el primero alimentado por paneles solares. El espacio impulsa enormemente el desarrollo de esta tecnología.
Se instalan por primera vez paneles solares en la Casa Blanca bajo la presidencia de Jimmy Carter, como símbolo del impulso a la energía renovable.
Japón, Alemania y EE. UU. lanzan programas de subsidios para techos solares. La industria comienza a crecer comercialmente.
El precio de los módulos solares disminuye drásticamente gracias a la manufactura global, especialmente en China. La conexión solar a la red empieza a expandirse rápidamente.
La energía solar se convierte en la fuente de electricidad de más rápido crecimiento en el mundo, impulsada por políticas de medición neta.
Surgen grandes parques solares y almacenamiento con baterías. Se desarrollan tecnologías avanzadas como paneles bifaciales, celdas de perovskita y tejas solares. Además, Solar + baterías fortalece la resiliencia en lugares como Puerto Rico y aparecen nuevas aplicaciones como solar flotante y fotovoltaica integrada en edificios (BIPV).
El físico francés Alexandre Edmond Becquerel descubre que la luz puede generar una corriente eléctrica en ciertos materiales. Este hallazgo marca el inicio de la ciencia solar.
Charles Fritts construye la primera celda solar funcional usando selenio recubierto de oro, con una eficiencia menor al 1%.
Albert Einstein publica su trabajo explicando el efecto fotoeléctrico, lo que más tarde le otorgaría el Premio Nobel en 1921.
Bell Labs desarrolla la primera celda solar práctica de silicio con un 6% de eficiencia, marcando un antes y un después en la viabilidad de la electricidad solar.
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Se instalan por primera vez paneles solares en la Casa Blanca bajo la presidencia de Jimmy Carter, como símbolo del impulso a la energía renovable.
Japón, Alemania y EE. UU. lanzan programas de subsidios para techos solares. La industria comienza a crecer comercialmente.
El precio de los módulos solares disminuye drásticamente gracias a la manufactura global, especialmente en China. La conexión solar a la red empieza a expandirse rápidamente.
La energía solar se convierte en la fuente de electricidad de más rápido crecimiento en el mundo, impulsada por políticas de medición neta.
Surgen grandes parques solares y almacenamiento con baterías. Se desarrollan tecnologías avanzadas como paneles bifaciales, celdas de perovskita y tejas solares. Además, Solar + baterías fortalece la resiliencia en lugares como Puerto Rico y aparecen nuevas aplicaciones como solar flotante y fotovoltaica integrada en edificios (BIPV).
La luz del sol llega a los paneles y se convierte en corriente directa (DC). El inversor transforma esa energía en corriente alterna (AC) 120/240 V lista para tu hogar. Con baterías (opcional) guardas excedentes y, con medidor bidireccional, registras lo que consumes y lo que exportas. Todo se protege y se controla desde una app.
Las celdas fotovoltaicas convierten la luz en electricidad DC. El controlador optimiza la captación; la sombra y la temperatura influyen en el rendimiento.
El inversor sincroniza con la red y entrega AC utilizable. Puede ser de tipo string, microinversores o híbrido (gestiona baterías) e integra funciones de seguridad.
Las baterías (opcional) almacenan energía y un subpanel de cargas críticas mantiene lo esencial en apagones. El medidor bidireccional registra consumo/exportación (según política local). Desconectores, supresores y app para control total.
Es el componente principal. Captura la luz solar y la convierte en electricidad de corriente directa (DC). Es como la “mano” que recoge la energía del sol.
El cerebro del sistema. Su función es transformar la electricidad DC de los paneles a electricidad de corriente alterna (AC), la que usamos en nuestros hogares y negocios.
Son como un “tanque de reserva”. Almacenan la energía excedente producida durante el día para ser utilizada en la noche o durante días nublados, garantizando un suministro constante.
Un medidor especial que registra tanto la electricidad que consumes de la red como el exceso de energía que tu sistema solar envía de vuelta a la compañía eléctrica, lo que podría permirte recibir créditos.
La opción estándar; revisa estado del techo, sombras, orientación e huelgos de seguridad.
Suelo: racking fijo/ajustable o trackers; ideal si el techo no aplica.
Pérgolas solares: sombra + energía; madera/ aluminio/ acero; refuerzo estructural y estética premium.
Marquesinas/Carports: pensadas para vehículos (no ocio); estructura robusta, alto retorno en sol intenso.
Pared (BIPV/soporte): uso de espacio vertical; menos producción que en techo, atención a permisos/façade.
Flotante: módulos sobre pontones HDPE en cuerpos de agua; más común en escala utility.
El costo inicial puede ser alto, pero los precios han bajado considerablemente en los últimos años. Además, a largo plazo, el ahorro en tu factura de electricidad y los incentivos gubernamentales hacen que la inversión sea rentable
La mayoría de los paneles solares tienen una garantía de rendimiento de 25 años o más. Están diseñados para resistir condiciones climáticas extremas y seguir produciendo energía eficientemente por décadas.
Sí, aunque su producción disminuye. Los paneles siguen captando luz difusa y pueden generar energía, pero en menor cantidad que en un día soleado. Por eso, las baterías o la conexión a la red eléctrica son esenciales para un suministro constante.
No necesariamente. Los paneles se pueden instalar en la mayoría de los techos, siempre y cuando estén en buen estado y reciban una exposición adecuada a la luz solar. Un instalador profesional evaluará tu techo para determinar la viabilidad.